jueves, 27 de octubre de 2011

El caso de Cecilia Mendive

Después de la polvareda levantada en los medios por el tema de Cecilia Mendive (si realmente se fue del país o no, si el spot de campaña es mentiroso o no, etc) y que de alguna forma se reveló en la discusión que se mantuvo aquí, me gustaría abordar algunos costados de este asunto.

Lo primero:
En primer lugar, fue claramente una tentativa de algunos medios de travestir de noticia  a la última chance posible de bombear la campaña durante la veda. El target, claro, era Cris, no Cecilia: Cecilia fue una especie de daño colateral... y como tal a ninguno de los que anduvieron revolviendo en la mugre le importó mucho. Como dije varias veces, no conozco personalmente a Cecilia, pero a raíz de ese post de unos días atrás entramos en contacto. La historia que me contó, que es escencialmente la del spot publicitario, es tan (pero tan) parecida a la mía y la de tantos que conozco que no tengo dudas en tomar partido. El grado de canallismo en la (re)interpretación de esa historia es tan absurdo que no puedo dejarlo pasar.

Explicando un poco:
El CONICET, como mucha gente sabe ahora, es uno de los organismos que financian con becas a personas graduadas en disciplinas de las diferentes áreas del conocimiento, que seguirán una carrera científica. Para eso, se propone un proyecto de investigación que será desarrollado en campo, en un laboratorio, en una oficina, etc. En general, los proyectos que requieren de obtención de datos experimentales requieren de financiación específica: dinero para comprar equipos de laboratorio, reactivos, computadoras para procesamiento de datos, etc.  Se espera que, como ocurre en cualquier país que pretende llevar su desarrollo científico en serio, el CONICET (junto con otros organismos como el FONCyT por ejemplo) financie estos gastos de infraestructura a través de la aprobación de proyectos específicos (llamados subsidios en la Argentina). Si esto no ocurre, no tiene sentido que el CONICET te de la beca: el proyecto para el cual te pagan no podrá ser desarrollado... a menos que alguien afuera del país valorice tu potencial y/o el del proyecto y te ofrezca las condiciones para desarrollarlo ahí. En aquellas épocas, en que la ciencia estaba marcada por la recomendación de Domingo Cavallo de que los científicos se fueran a lavar los platos, el CONICET concedía muchas becas en estas condiciones. El punto es que si querías seguir con tu carrera, tenías que tomar la beca o irte del país. Si aceptabas la beca del CONICET y el laboratorio en el que trabajarías no tenía dinero de un "subsidio" para desarrollar tu proyecto, mismo con la beca tenías que buscar una salida muchas veces en el exterior, si no tu carrera podía cortarse. Existen métodos para analizar CVs académicos, y analizando el de Cecilia se ve claramente la historia que ella cuenta: TODO cierra. TODOS los comentarios que vi hasta ahora, cuando se refieren al CV de Cecilia hacen lecturas de bolea, lo que en un tema tan delicado (como mínimo toca la honra de una persona y el rpestigio de instituciones importantes para el país) es por lo bajo una irresponsabilidad... tal vez una enorme hijadeputez.

Algo más...
Vi comentarios que bordeaban la cuestión de si Cecilia realmente se fue, si fue una piola por haberse ido... si está usando su historia para sacar algún rédito político... nadie parece reparar en que muchos nos íbamos en aquellos tiempos... la mayoría. No es mejor el que se va que el que se queda, y tampoco es al revez. Son mejores los que asumen los costos de las decisiones que han tomado, sin querer menospreciar a los que se vieron obligados o decidieron dolorosamente a tomar otros caminos. En épocas dolorosas, todas las decisiones son dolorosas. Cecilia se la bancó y se la sigue bancando, contra periodistas y hasta colegas que distorsionan lo que ella dice, que "interpretan" las fechas de su Curriculum Vitae con más ánimo inquisitorial que espíritu "averiguador", sin intentar saber como es la dinámica de funcionamiento de los intercambios científicos, sin decir algo que para tod@ miembr@ del sector académico es obvio: podés estar formalmente inscripto en el doctorado en un lugar y estar obligado a irte a resolver la parte experimental del doctorado a miles de kilómetros de distancia... así funciona este asunto. Parece paradógico, pero en las condiciones en que funcionaba el CONICET entre el ´95 y el 2003, una beca otorgada podía convertirse en un empujón para irte: a veces no había dónde hacer las cosas a las cuales la beca te comprometía.

Por suerte no es más de esta forma, hay Ministerio de Ciencia y Tecnología, hay un Ministro de lujo del sector, hay CONICET, FONCyT y Programa RAICES para asegurar que los que tienen becas puedan laburar en el país, y los que no pudieron puedan planear la vuelta o empezar a soñarla. De eso se trata, y no de cuántos meses Cecilia pasó entre un viaje y otro en Alemania o Argentina. A ver si nos entendemos!

Circular del CONICET en relación con el caso de Cecilia Mendive:

Ante las notas publicadas en los diarios Perfil y El Mundo (España) acerca de la investigadora repatriada Cecilia Mendive, el Conicet desea aclarar que la doctora Mendive viajó a Alemania en 2002, mantuvo sucesivas estadías doctorales en ese país y fue repatriada a la Argentina en diciembre de 2010. Los citados artículos periodísticos, que fueran referenciados en el boletín "Conicet en los Medios", atentan contra el buen nombre y honor de la investigadora. Las expresiones vertidas allí son exclusiva responsabilidad del periodista, editor y medio que las publicó. Para más información, adjuntamos el curriculum vitae de la doctora Cecilia Mendive.

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación

El link para el CV de Cecilia fue disponibilizado por el CONICET y está aquí

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