En Zaragoza instalaron receintemente el mismo sistema de bicicletas que se había instalado inicialmente en Sevilla, Barcelona y otras ciudades. Es un sistema fantástico que funicona así: a lo largo y ancho de toda la ciudad, la municipalidad distribuye estaciones de bicicletas, y bicicletas, que quedan presas en una barra de seguridad. Con una tarjeta personal, se puede liberar una bicicleta cualquiera y utilizarla por un plazo de dos horas. En ese tiempo, la bicicleta debe ser devuelta en cualquier estación (normalmente la de lugar de destino) y sólo 10 minutos después se puede tomar otra bicicleta (o la misma si aún esta allí). La tarjeta cuesta 20 euros por año, y da derecho de uso del sistema durante el año entero sin ningún costo adicional. Hay camionetas con remolque que redistribuyen las bicis todo el tiempo, para que en todas las estaciones haya bicis disponibles y lugares de estacionamiento disponibles. Las bicicletas son excelentes, cumplen con todas las normas de seguridad y estas en excelente estado de mantenimiento. Funciona muy bien, es absurdamente barato, limpio, silencioso y agradable.
En el próximo post cuento como fue mi paseo en bici por Zaragoza!
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